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Número de documento: 101.

Título: Carta de Pedro Antonio de Alarcón y Ariza a Antonio Rafael Domínguez y Valdecañas.

Fecha: 1860-03-07.

Remitente: Domínguez y Valdecañas, Antonio Rafael (1799-1865).

Destinatario: Alarcón y Ariza, Pedro Antonio de (1833- 1891).

Lugar de procedencia: Guadix (Granada).

Lugar de destino: [Tetuán (Marruecos)].

Alcance y contenido: Carta autógrafa en la que contesta a la confesión de Alarcón y le perdona. Además se muestra orgulloso de su actitud, manifiesta admiración y solo le pide que continué «en la senda por donde marcha y esa encantadora pluma sirva para el bien».

Volumen y soporte: 1 hoja (2 páginas). Papel.

Medidas: 20,4 × 26,1 cm.

Código de referencia: Madrid, AFLG/1.4.9/Archivo de Pedro Antonio de Alarcón, L1, C20-3.

Transcripción y notas: Juan Antonio Yeves Andrés.

Editor: Juan Antonio Yeves Andrés.

Carta de Antonio Rafael Domínguez y Valdecañas a Pedro Antonio de Alarcón. 7 de marzo 1860. [1]

 

7 de marzo de 1860

Sr. Don Pedro Antonio de Alarcón.

Muy Señor mío, de toda mi consideración y aprecio: su carta de 20 de febrero último me hizo derramar copiosas lágrimas, al ver los tiernos y católicos sentimientos de su corazón, después que la gracia ha obrado en él, por la infinita misericordia de nuestro buen Dios, solícito siempre de nuestra salvación eterna. A lo que usted expresa, y a su ilustrado conocimiento nada puedo yo añadir, más que abrazarlo cariñosamente como nacido en el redil que me ha confiado la Providencia, al cual vuelve atraído de los amorosos silbos del Divino Pastor, pues que todo es debido a su bondad suprema. Si su bella y edificante carta no tuviera el carácter de reservada, la hubiera dado publicidad en mi boletín eclesiástico para ejemplo de todos, gloria de nuestra Santa Religión, y para que unidos todos a su obispo diésemos al Señor las más fervorosas acciones de gracias: sin embargo, la conducta que está observando hace tiempo, los sentimientos religiosos que brotan en sus interesantes escritos, han dado ya a conocer el cambio que se ha obrado en su espíritu; y que si los encantos de la juventud, y los arrebatos de una imaginación ardiente pudieron extraviar un poco sus ideas, como a Jerónimo y Agustín; el primero respecto de las pasiones, [2] y el segundo en los errores también; [3] como ellos ha retrocedido también, reparando con usuras el daño que pudieran haber ocasionado en sí mismo y en los demás.

Continúe usted querido mío, en la senda por donde marcha, y esa encantadora pluma sirva para el bien, cuanto se empleó en el mal.

Nada tiene usted que agradecerme, obre por inspiración ciertamente y lo que mi corazón sentía, desde que me ocupaba en las preciosas páginas de su diario; por lo demás, usted es hoy una de las glorias de nuestra amada patria, y el santo orgullo de su humilde obispo, que se gloria de ser su Padre y su Pastor.

El sábado de las Témporas de Ceniza [4] tuve el gusto de conferir de Sagrado Diaconado a su hermano Antonio; [5] es dócil, y apoyado con los consejos de su buen hermano, podría ser un eclesiástico útil, que es a donde han ido a parar todas mis gestiones.

La paz que disfrutará su corazón, en contraposición de la inquietud y desasosiego que antes agitaría su alma, es la prenda más segura de la presencia y del amor de Nuestro Dios, ella crezca de día en día, y ella se arraigue con mi bendición pastoral, que le doy de todo el corazón, y acompañada de los votos más sinceros por su felicidad eterna y temporal, quedando suyo su afectísimo S. S y capellán q. s. m. b.

El Obispo de Guadix y Baza [rúbrica].

1. Antonio Rafael Domínguez y Valdecañas (1799-1865), obispo de Guadix y Baza. Pedro Antonio de Alarcón y Ariza (1833-1891), periodista y novelista. La carta presenta un sello estampado en seco: «OBISPO DE Guadix y BAZA». Publicada en Yeves Andrés, Juan Antonio: «Epistolario íntimo: "Confesión" de Pedro Antonio de Alarcón al Obispo de Guadix y Baza, y contestación del prelado», en Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez: Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar , n. 26, 2013, págs. 441-454.

 

2. San Jerónimo (c.340 - 420) en la carta a Santa Eustoquio (367 - 419) dice: «Pasaba las noches orando y haciendo penitencia, muchas veces desde el anochecer hasta el amanecer, pero aun así las pasiones seguían atacándome incesantemente… ayudado por la misericordia de Dios pude vencer estos espantosos ataques».

 

3. San Agustín (354-430) expuso sin excusas en las Retractaciones los errores que había reconocido en sus juicios, de la misma manera que en las Confesiones , de manera humilde y con contrición manifestó los excesos de su conducta pasada.

 

4. Las témporas, tres días de ayuno, coinciden con las cuatro estaciones. Los días de ayuno son el miércoles, viernes y sábado. Se sitúan después del miércoles de ceniza en primavera, después de Pentecostés en verano, después de la Exaltación de la Cruz en otoño (témporas de San Mateo) y después de Santa Lucía, durante la tercera semana de Adviento, en invierno (témporas de Santo Tomás).

 

5. Se cumplieron los designios del obispo en cuanto a Antonio Alarcón y Ariza, pues en 1884, cuando Pedro Antonio y Paulina Contreras, su esposa, otorgaron escritura de testamento, aparece como beneficiario y consta, además, como «canónigo de Sevilla» . Véase: Madrid, AFLG/1.4.9/Archivo de Pedro Antonio de Alarcón, L1 C48-1. En las cartas familiares siempre se le menciona como «Antoñico».

 


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