Documentos para la búsqueda Asensi y Laiglesia, Julia de (1859-1921) Descriptores
Mostrando documento 1 de 2 .

|< Anterior | Posterior >>

Número de documento: 102.

Título: Carta de Luis Alfonso y Casanova a Leopoldo Augusto de Cueto, marqués de Valmar.

Fecha: 1880-03-20.

Remitente: Alfonso y Casanova, Luis (1845-1892).

Destinatario: Valmar, Leopoldo Augusto de Cueto, marqués de (1815-1901).

Lugar de procedencia: Barcelona.

Lugar de destino: [Madrid].

Alcance y contenido: Carta autógrafa en la que Luis Alfonso y Casanova pide al marqués de Valmar, opinión, juicio y valoración sobre sus recientes estudios y artículos publicados.

Volumen y soporte: hoja (4 páginas). Papel.

Medidas: 20,9 × 27,2 cm.

Código de referencia: Madrid, AFLG/1.4.5/ Archivo del marqués de Valmar, L 1-C5- 1.

Transcripción y notas: Fernando J. Martínez Rodríguez.

Editor: Juan Antonio Yeves Andrés.

Carta de Luis Alfonso y Casanova a Leopoldo Augusto de Cueto, marqués de Valmar. 20 de marzo de 1880. [1]

 

Barcelona, 20 marzo 1880

Excmo. S. Marqués de Valmar

Mi muy distinguido amigo: por nuestra discreta amiga Julia de Asensi, [2] supe que usted había manifestado por mí el interés que de antiguo tengo que agradecerle. Antes esperaba yo haber adquirido noticias de usted pues en dos cartas que he dirigido, desde mi salida de Madrid, a Elisa Lujan, [3] preguntaba por usted y por su amabilísima familia. Pero, sin que acierte a explicarme la causa, y sintiendo ya alguna inquietud, Elisa, puntual siempre en contestarme, no lo ha hecho esta vez.

Al determinarme a escribir a usted directamente, para suplir el silencio de la una, y para agradecer a usted las frases que ha transmitido la otra amiga, me mueve también, justo es confesarlo, un designio egoísta . El número, recientemente publicado de la Revista Contemporánea , [4] contiene un estudio crítico sobre pintura que, con no escasa concurrencia y aplauso, leí en el Ateneo de Valencia. Desde antes de conocer a usted, teníale yo, con fundado título, por juez de fallo decisivo en litigios de bellas artes —y es de ello buen testigo mi primer ensayo sobre las mismas, inserto en la Revista de España por los años de 72 o 73, [5] en el cual invocaba el dictamen de usted como síntesis y conclusión de mi artículo—. Natural es, por lo tanto, que al dar a luz el trabajo que tengo por más importante de lo que hasta hoy he escrito, y en el cual he aprovechado los estudios y observaciones de mis viajes y comisarías en los grandes certámenes de Filadelfia y Paris, [6] natural es, repito, que acuda usted en demanda de un juicio franco y neto acerca del fondo y la forma del trabajo en cuestión. Y procede a este propósito, advertir a usted que por más que durante un mes entero he pedido, por cuantos medios han estado a mi alcance, el revisar yo mismo las pruebas, no lo he conseguido y que, por más que mi excelente amigo el Sr. Castro y Serrano, [7] lo ha hecho, ha salido el texto plagado de errores.

También me permitiré pedir a usted, en iguales condiciones , su opinión sobre otras ligeras producciones que La Época , [8] El Imparcial [9] y la Revista de España [10] me han acogido en sus columnas, si por acaso ha contado usted con tiempo y lugar para leerlos. Me refiero a la crítica del Niño de la bola , inserta en la Revista , [11] y a las Comedias de salón [12] y Yo, pecadora ;…, de los lunes literarios de los citados periódicos. Esas «Comedias de salón» las aventuro, en cierta manera, como un ballon d’essai , [13] pensando, como pienso, dedicarme al género de «Frac y corbata blanca» poco o nada cultivado por nuestros literatos.

Sé también que ha tributado usted elogios a mi discurso académico de recepción en la de San Fernando, por lo cual doy a usted las más expresivas gracias… en nombre del autor —y que ha manifestado usted deseos de que vuelva yo a Madrid por primavera—. No ocultaré a usted, respetable amigo mío, al llegar a este punto, que yo salí de Madrid bastante despechado por no hallar quien me considerase útil en una oficina, un periódico o una empresa, cuando yo cándidamente imaginaba que lo que con los años, los viajes, los estudios y las tareas podían haberse desarrollado mis facultades de escritor, me serviría de pasaporte y carta de recomendación para ocupar algunos puestos oficiales o literarios. No fue así, y abandoné la corte, sin haber echado de menos hasta ahora más que los escasos, pero buenos amigos que dejé en ella y el halagüeño calor de sus letras y sus artes. Permanecí larga temporada en el campo, dedicado no más a la lectura; visité mi país, Valencia, donde obtuve una acogida que no suelen alcanzar en su «patria los profetas» y donde, a más, de la conferencia citada, escribí unos artículos de polémica artística para Las Provincias , [14] en los cuales, a lo que del silencio de mi cortés adversario (un arquitecto) puede colegirse, quedé vencedor en la arquitectónica contienda. Y vine, por fin a Barcelona y a casa de mi hermano Eduardo [15] (quien dirige con éxito muy lisonjero una academia preparatoria para carreras científicas militares y quien se dispone a publicar una obra de matemáticas) en cuya casa recibo gusto y cariñosa hospitalidad, y en cuya ciudad trascurren tranquila y agradablemente mis días, que distribuyo entre el trabajo, el Ateneo y los talleres de los artistas.

Aquí me tiene usted, pues, por ahora, a sus órdenes y sin que me aguije mucho el deseo de volver a Madrid a quien conservo todavía rencor. Prolongaré, regularmente mi estancia en esta hasta pasadas la primavera y las, que han de ser, famosas fiestas del milenario de la Virgen de Montserrat; volveré a pasar después por Valencia, e iré a encerrarme a una magnifica pensión de mi prima la baronesa de Casanovas, situada en muy pintoresco paisaje donde me propongo llevar a término mi novela (días ha in mente) que llevará por título El absurdo .

He hablado a usted, Sr. marqués, de mi pasado, mi presente y mi porvenir… de un año. En premio de esta confesión, deseo algunas letras de su mano con las correcciones y consejos que tanta autoridad han de tener en usted y tanta eficacia para mí.

Póngame usted a los pies de su Sra. e hijas y créame siempre su afmo. amigo, admirador

Luis Alfonso [rúbrica].

S.C. Jaime I, 14 2º

 

1. Luis Alfonso y Casanova (1845-1892), escritor y crítico literario. Leopoldo Augusto de Cueto, marqués de Valmar (1815-1901), diplomático, historiador y crítico literario. Anotación posterior, del marqués de Valmar, a tinta roja: «Contestada el 24 de abril 1880» y «Era Alfonso laborioso, inteligente y bueno». Sello del Ateneo Barcelonés estampado en la carta. Carta inédita.

 

2. Julia de Asensi y Laiglesia (1859-1921), escritora, periodista y traductora. Su obra Tres amigas se publicó con prólogo de Luis Alfonso. Julia publicó una emotiva necrológica de Luis Alfonso, fechada el 21 de enero de 1892, en El Álbum Ibero Americano , segunda época, año X, Madrid, 30 de enero de 1892, pp. 41-44.

 

3. Elisa Luján y Teruel de García Dana (m.1889), escritora, poetisa, intérprete musical y traductora.

 

4. «La pintura española y la pintura extranjera en nuestros días, por Luis Alfonso: discurso leído en conferencia pública del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Valencia, en la noche del 30 de enero del corriente año», en Revista Contemporánea, t. 26, marzo-abril, 1880, pp. 62-83.

 

5. Alfonso y Casanova, Luis: «La pintura contemporánea», en Revista de España, t. 29, Madrid, 1972, pp. 169-186. Menciona el discurso de ingreso de Leopoldo Augusto de Cuento en la Academia de San Fernando: Del idealismo y el realismo en el arte .

 

6. Luis Alfonso y Casanova fue comisionado en la Exposición Internacional de Filadelfia (1876) y en la Exposición Internacional de París (1878).

 

7. José de Castro y Serrano (1829-1896), escritor y periodista.

 

8. Periódico vespertino madrileño fundado por Diego Coello y Quesada (1821-1897), publicado entre 1849 y 1936.

 

9. Periódico madrileño fundado por Eduardo Gasset y Artime (1832-1884), publicado entre 1867 y 1933.

 

10. Revista madrileña fundada por José Luis Albareda (1828-1897), publicada entre 1868 y 1895.

 

11. «El niño de la bola: novela de Don Pedro Antonio de Alarcón», en Revista de España, nº 287, enero, 1880, pp. 392-401.

 

12. Alfonso, Luis: «Las comedias de salón: engañar con la verdad», en La Época, 16 de febrero de 1880, pp. 3-4.

 

13. Globo sonda, tanteo de opinión.

 

14. Periódico valenciano fundado en 1866 por Teodoro Llorente Olivares (1836-1911).

 

15. Eduardo Alfonso y Casanova (m. 1906), militar e ingeniero. El segundo apellido, como en el caso de su hermano Luis, a veces aparece en plural, «Casanovas». Fue Ingeniero Jefe de la explotación de la Comapañía de los ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante.

 


Aviso Legal - © Fundación Lázaro Galdiano. Desarrollo del sistema: Analecta digital